La tarima flotante es una de las opciones más populares a la hora de decidir la composición de nuestros suelos, tanto en hogar como en oficina, gracias a su precio, más económico que el parquet, y sus características de aislado.

La tarima flotante consiste en la colocación de tablas de madera sobre rastreles, en vez de sobre el suelo, lo que supone la principal diferencia con el parquet. A pesar de que las maderas utilizadas para este tipo de suelo son especialmente seleccionadas y tratadas para no dañarse con rapidez, es recomendable dedicarle atención especial a su limpieza. La mejor opción será contactar con una empresa de limpieza en Getafe como la nuestra.

Consejos sencillos pero importantes

Si bien la madera de la tarima flotante no es tan sensible como la del parquet, existen ciertas cuestiones que deberemos tener muy presentes. Lo primordial, y más intuitivo, es la humedad: deberemos poner especial cuidado en no mojar en exceso nuestro suelo de tarima, pues daña la madera y adhiere suciedad, que puede dejar zonas pringosas. Por tanto, deberemos escurrir muy bien la fregona antes de usarla, o evitarla directamente utilizando una mopa. Una opción para minimizar este uso es pasar frecuentemente un aspirador, de forma que también reduciremos la utilización de escobas, poco recomendables.

Por último, para evitar que la suciedad quede esparcida, lo mejor es no usar zapatos de calle en casa y colocar alfombras en sitios estratégicos, y para evitar su degradación, colocar cortinas que eliminen la exposición al sol.